¿POR QUÉ TANTAS PRISAS?



El presidente del gobierno ha dejado claro que abordará la modificación de la Seguridad Social en el Consejo de Ministros del 28 de Enero.
Los argumentos que esgrime para tal urgencia están basados en la responsabilidad que se atribuye de garantizar la viabilidad del sistema, ante el riesgo que de colapso que algunos anuncian para dentro de 30 años.
Si las medidas que tomará ese día tienen un objetivo a tan largo plazo, ¿por qué tomarlas con tanta urgencia que no permite un debate sosegado y, lo que es más importante, un amplio consenso?
Una de las explicaciones la encontramos en sus propias declaraciones: “esta medida tranquilizará a los mercados financieros”. ¿Qué quiere decir con esto? ¿Que los mercados están intranquilos porque a lo peor yo no puedo cobrar mi pensión dentro de 25 o 30 años? ¿Que lo están porque el gobierno del 2040 tendría que pedir prestamos para pagar las pensiones?
Tanta preocupación les lleva a pagar una cantidad indecente de dinero a “fundaciones y consultoras independientes” para que realicen sesudos estudios que nos demuestren, sin dejar ninguna duda, que esto es insostenible si no reducimos nuestras pensiones, si no trabajamos más años y si no nos morimos antes. Nos lo avisan por nuestro propio bien para que el futuro no nos pille desprevenidos.
Lo que es incompresible es que, tan noble interés cuente con oposición de algunos mal pensados, que intentan convencer a la población de que detrás de estos movimientos y estas prisas solo se encuentra el beneficio económico “inmediato” de los bancos y las ansias por pegarle un bocado al pastel más grande y jugoso de nuestro Estado del Bienestar.
Al generar dudas sobre la viabilidad futura de las pensiones, el efecto “inmediato” entre quienes tengan algunos añitos es preguntarse si llegará para ellos. Y siempre habrá alguno que intente asegurarse unos ahorrillos para por si acaso. Esos ahorrillos van al banco, y si encima contratas un plan de pensiones que te ofrece rentabilidad y te desgrava en hacienda pues te quedas más tranquilo. Y mientras, tu dinero cautivo en el banco hasta que tengas edad de jubilarte, a disposición de los inversores y especuladores.
Si esta postura se extiende y la desconfianza se generaliza se creará el sentimiento de que el sistema de pensiones no es necesario porque todos tendremos nuestro propio plan en nuestro banco. Habrá quien diga: “Pues para eso que no exista la Seguridad Social, que me devuelvan lo que he cotizado y lo ingreso junto a mi plan de pensiones privado, en mi banco privado, y me aseguro mi pensión. Y el que no pueda que se busque la vida".
Lo confieso, YO SOY DE ESOS MAL PENSADOS. El futuro de las pensiones solo corre el riesgo de caer en manos de gobernantes ineptos, que claudican ante las presiones económicas, que no escuchan las voces y argumentos de expertos de reconocido prestigio que proponen otras fórmulas, no solo para mantener las pensiones sino para mejorar el sistema.
Por eso ME OPONGO al aumento de la edad de jubilación a los 67 años, al aumento de los años de cotización necesarios para jubilarme, para tener derecho a mi pensión completa, al aumento de los años para de cálculo de la pensión, al endurecimiento de las condiciones para acceder a la jubilación parcial anticipada.
Por eso ME NIEGO ha hacerme un plan de pensiones privado, a ahorrar para la jubilación, a hacerle el caldo a los bancos para que ellos coman más y mejor.
Por eso EXIGIRÉ a quién gobierne, hoy, mañana y dentro de 30 años, que defienda el actual sistema de pensiones y nos garantice una jubilación digna. Que tome las medidas de aumento de ingresos en lugar de las recorte de prestaciones para garantizar la viabilidad.
Por eso considero necesaria una respuesta contundente contra la decisión del presidente del Gobierno.
Por eso estoy dispuesto a participar en otra HUELGA GENERAL antes de que finalice el mes de enero.

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