CONTRATO INDEFINIDO PRECARIO


Que a los líderes del Partido Popular les gusta poco que a determinadas cosas se le ponga apellidos, lo pudimos comprobar tras las movilizaciones del mes de mayo cuando cuestionaban que la palabra democracia pudiera ir acompañada de algún adjetivo, ni aunque fuera el de REAL.

Para ellos eso era devaluar su, ahora, apreciada democracia.

Devaluada o deteriorada son los adjetivos que yo le pondría a esta democracia, o iría a más: incompleta, dirigida, e incluso intervenida.

Esa misma fobia la están mostrando en otros temas de cara a sus propuestas electorales,, sobre todo en materia laboral.

Su lema de cabecera, “lo primero el empleo” deja meridianamente claro cuál es su objetivo.

No es el empleo estable. Ni el seguro. Ni el empleo con derechos. Ni tan siquiera el empleo digno o el decente.

Es cualquier tipo de empleo. Tener a la gente ocupada para disminuir las cifras del paro y, de paso, enriquecer a algún amiguete.

Su objetivo no es crear empleo para que los trabajadores puedan vivir con dignidad.

Lo importante son las cifras. Las del paro, las de los presupuestos, las de los beneficios. No lo que representan esas cifras para las personas.

Así puestos, los amiguetes cometen la torpeza de decir lo que no dicen los líderes del PP. “Queremos congelación salarial, o mejor aún, recortes salariales, descuelgue voluntario de los convenios, indemnizaciones por despido mucho más baratas, condiciones más fáciles para despedir, reducciones en las cotizaciones sociales, bonificaciones en la contratación, más privatizaciones y dos huevos duros”.

El pobre “Don Mariano” no sabe dónde meterse. Promete una reforma laboral sin decir en qué consistiría, y llega la CEOE y se lo destripa.

Pero la cocina tiene preparada la salida. Crear un único contrato indefinido. La estrategia queda perfecta en esa boca de “Don Mariano”: una legislación laboral "que anime a contratar, que cree empleo, que dé seguridad al trabajador, pero que no suponga un obstáculo para que el empresario pueda contratar";“"hay que ir a un modelo con contrato indefinido -lo que da seguridad al trabajador- y un contrato con una indemnización que no sea la de los 45 días".

Yo me pregunto:

-¿es más estable un contrato porque se llame indefinido, si me pueden despedir al minuto siguiente de decir hola, sin pagarme apenas indemnización, y sin necesidad de justificar el motivo del despido?

-¿importa mucho cómo se llame el contrato que firmo si me obligan a jugarme la salud o la vida para poder mantenerlo?

-¿no servirá, además, el hecho de que en mi contrato ponga esa palabra mágica para justificar que, ya que tengo la suerte de tener trabajo y, lo que es mejor, indefinido, no pretenderé además ganar un salario decente?

A esa fórmula que busca crear empleo –sin adjetivos-, y riqueza – sin destinatarios concretos- tampoco le han puesto, deliberadamente, el apellido. Su nombre completo es contrato indefinido precario.

Lo siento Mariano, pero yo no compro, gracias.

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