RETORNO A LAS CAVERNAS
Después de los dos golpes de estado que los
poderes económicos han perpetrado en Grecia y en Italia, estamos asistiendo al
previo del de España.
Nos van a dejar acudir a las urnas el domingo
para dar una pátina de democracia a su jugada, pero el espectacular crecimiento
de los intereses y del diferencial de la deuda en estos días, no es más que el
ruido de sables sibilino con que se avisa a la ciudadanía española de que el
gobierno que salga elegido, sea el que sea, debe cumplir los dictados sin
pestañear.
Las poquísimas manos que están detrás de esta
crisis “de diseño” tienen el único objetivo de apoderarse de la riqueza actual
de los países y someterlos a futuro para seguir chupando de las riquezas que
generen.
Los intereses que España tendrá que pagar por
los bonos que está colocando estos días en el mercado se mantendrán durante los
próximos diez años. Estamos hipotecando nuestro futuro y el de las siguientes
generaciones.
Nosotros nos tendremos que apretar el
cinturón, perderemos derechos, iremos viviendo cada vez peor, no generaremos
riqueza en mucho tiempo,… pero lo que sigue alimentando a la alimaña es que
dejaremos mucho peor las posibilidades de quienes nos sucedan.
Estamos en un proceso de inversión histórica
en el que, no sólo, nos han inoculado la
idea de que no es posible mantener el estado de bienestar que tenemos, sino que
empezamos a asumir que el único camino para no perderlo todo ahora es perderlo
poco a poco.
No sé si será exagerado decir que nos
dirigimos hacia un proceso de semiesclavitud, en el que acabaremos asumiendo
que tenemos que trabajar más y en cualquier condición, para poder pagar la
deuda contraída; pero si no generamos riqueza porque tenemos que pagar
altísimos intereses, la deuda se mantendrá permanentemente por que tendremos
que recurrir a refinanciarla periódicamente, y los tipos de interés nos los
fijarán precisamente aquellos a los que tenemos que seguir pagando.
Existe una fórmula para romper esta dinámica,
que a día de hoy provoca rechazo en la gente poco informada porque se han
encargado de venderles el mensaje de que esa fórmula nos llevará a la ruina y a
la confrontación.
Es cierto que algunos perderán mucho y
tendrán que apretarse el cinturón, pero no son los que ahora se lo están apretando.
Otros perderíamos algo, pero no más de lo que vamos a perder con la deriva actual.
Y otros empezarían a respirar de nuevo.
Pero lo que es más importante es que deja
nuestro futuro en nuestras manos. Lo gobernaríamos nosotros.
A muchos, esto le sonará a rojerío, a
anticapitalismo, a revolución… a una vuelta a las cavernas.
Pero siendo serios, si así fuera, yo prefiero
estas cavernas a las que nos van a obligar a utilizar los que “de momento”
dirigen esto.
NOTA:Algunas de esas
fórmulas “tan peligrosas” están explicadas por “fundamentalistas” como Vicenç
Navarro*, Juan Torres** y Alberto Garzón en su libro “Hay alternativas” (http://www.vnavarro.org/wp-content/uploads/2011/10/hayalternativas.pdf)
*Vicenç
Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de
Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es también profesor de Políticas
Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido
docencia durante 35 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales
patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins
University. Dirige también el Observatorio Social de España.
** Juan Torres es Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales en
la Universidad de Málaga, Doctor en CC. Económicas y Empresariales desde 1981,
dos años más tarde obtuvo la plaza de profesor Adjunto de Economía Política y
Hacienda Pública en la Universidad de Granada. En octubre de 1984 se incorporó
a la de Málaga como catedrático contratado, plaza que ocupó definitivamente
como funcionario en diciembre de 1986 en el área de Economía Aplicada.
En octubre de 2008 se
incorporó en "comisión de servicios" a la Universidad de Sevilla como
catedrático de Economía Aplicada del Departamento de Teoría Económica y
Economía Política y desde marzo de 2010 ocupa definitivamente dicha plaza.
Durante toda su vida
académica ha combinado la actividad docente e investigadora con la gestión de
asuntos universitarios como Director de Departamento, Vicedecano, Decano de la
Facultad de Derecho y Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la
Universidad de Málaga. Ha ocupado también el cargo de Secretario General de
Universidades e Investigación de la Junta de Andalucía.
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