… HABER ELEGIDO MUERTE
“Si le preguntamos a un parado: ¿prefieres
trabajar con un empleo precario o seguir en el paro?”
Este es el
argumento central de la defensa que los políticos de derechas, los empresarios
y sus tertulianos hacen de su estrategia
de precarizar todo el ámbito laboral.
Esta es la
pregunta trampa que está haciendo que muchas personas de este país asuman como
inevitable aceptar que las condiciones laborales dignas pasen a ser una utopía.
Esta es,
además, la amenaza que utilizan los empresarios contra aquellos que aún
mantienen un trabajo aunque sea precario.
Esta es la
espada que pende sobre los pocos que hoy tienen un trabajo digno.
En contra
de lo que se argumenta por la derecha política y mediática, la precariedad no
es solución al desempleo. Pero aunque así fuera, no es la única solución.
Antes del
2007, las altas cifras de precariedad laboral (40%) no evitaron la destrucción
masiva de empleo (500.000 en algunos trimestres del 2008)
La falacia
de este argumento reside en que el aumento de la precariedad no se está
llevando a cabo a costa de reducir el desempleo, sino que está alimentándola
mayoritariamente la precarización del empleo existente.
Datos de 2010.
Elaborada a partir de los datos
publicados por 'Capital'
Conceptos como
minijobs e hiperflexibilidad solo son términos que tratan de camuflar la
realidad. Conceptos que realmente lo que buscan es profundizar en la brecha de
la precariedad de los contratos a tiempo parcial indeseados y fraudulentos. Que
tratan de modernizar el concepto de disponibilidad y entrega absolutas por parte de la persona
trabajadora a cambio de la “oportunidad” de trabajar. Que tienden a sustituir
la cotización de jornadas completas por la de jornadas reducidas.
Salarios, jornadas, condiciones de seguridad,
horarios, capacitación profesional, respeto a la persona… son elementos que
pasan a un segundo plano, por que el objetivo de toda persona debe ser
trabajar.
Si una
persona en paro no elige precariedad, es vaga y parásita. Si una persona con
trabajo precario no elige precariedad pasa a ser parada. Si una persona con
empleo digno no asume precarizarse pasa a parada.
Si
cualquiera de ellas lucha por sus derechos y por los de los demás se le pone en
el disparadero acusándola de interesada, egoísta y pasa a ser atacada.
El cinismo
con que los dirigentes del partido popular, empresarios y tertulianos de
derechas plantean esta pregunta ante cualquier persona que defiende la dignidad
y los derechos de los trabajadores debería ser respondido con otra pregunta de
las mismas características:
“¿si tuviera que elegir entre la ideología
política fascista y la comunista, cuál elegiría?”
Yo no tengo
duda de cuál sería su respuesta en privado. Pero cuál sería la respuesta en
público de tan “democráticos” sujetos.
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